Cómo liberarse de los efectos negativos del envejecimiento
A la vez que nos beneficiamos de la sabiduría y la experiencia que obtenemos al envejecer, también sufrimos la aparición de arrugas, rigidez articular, debilitamiento de los huesos y músculos, y temor a la enfermedad. No tenemos por qué sucumbir sin remedio a estos signos del envejecimiento. En lugar de ello, podemos ayudar al cuerpo a combatir la fuente que causa prácticamente todos los efectos negativos del envejecimiento: la oxidación.
Para comprender cómo funciona la oxidación es necesario recordar tres conceptos básicos:
•La materia física está compuesta de átomos, cada uno con un núcleo alrededor del cual giran uno o más electrones.
•Los electrones son pequeñas partículas con carga negativa que orbitan el núcleo, al igual que lo hacen los planetas con el Sol.
•Las moléculas se componen de dos o más átomos que se mantienen unidos al compartir sus electrones.
En lenguaje llano, la oxidación sucede cuando una molécula pierde uno o más de los electrones que comparte. Del mismo modo que sacar un ladrillo de una pared hace que esta se debilite, la mayoría de moléculas se vuelven inestables al perder electrones. Esta pérdida de electrones resulta tan desestabilizadora para algunas moléculas que provoca una violenta reacción en cadena en la que acaban robando electrones de todas las moléculas que las rodean. Estos "ladrones" de electrones altamente reactivos se denominan radicales libres e infligen daño a través del estrés oxidativo.
El estrés oxidativo descontrolado separa los tejidos, atraviesa las membranas, altera el ADN, detiene el metabolismo normal, provoca reacciones químicas destructivas y origina residuos celulares que alteran las funciones normales del cuerpo. A la larga, todos los patógenos y toxinas provocan daños, incluidos los signos comunes del envejecimiento, al iniciar o potenciar un proceso de estrés oxidativo en las células del cuerpo.
La única forma de combatir este estrés oxidativo es mediante antioxidantes, unas moléculas que pueden donar electrones sin volverse inestables. Al aportar electrones a los radicales libres que han perdido los suyos y son inestables, los antioxidantes pueden neutralizarlos y normalmente reparar el daño ocasionado.
El cuerpo cuenta con un elaborado sistema de defensa para neutralizar el estrés oxidativo con ayuda de los antioxidantes que produce (como el glutatión) y otros provenientes de la alimentación (como la vitamina C). A medida que el cuerpo envejece, la producción natural de antioxidantes disminuye, y la necesidad de antioxidantes como la vitamina C en la dieta y en suplementos aumenta drásticamente.
Por fortuna, podemos obtener vitamina C de una gran variedad de alimentos y suplementos. Sin embargo, la vitamina C tradicional, ya sea en polvo, pastillas, cápsulas e incluso la vitamina C presente en los alimentos, no se absorbe de manera eficiente al ingerir más de 100 mg de una vez. De hecho, cuando uno toma 1.000 mg o más de vitamina C por vía oral, más de la mitad pasa a través del cuerpo como desechos. La forma más eficiente de asimilar altas dosis de vitamina C [link to The Daily Need for Vitamin C] es por vía intravenosa o mediante suplementos de vitamina C liposomal [link to Optimizing Blood Levels of Vitamin C].
Todos sabemos que no es posible detener el proceso de envejecimiento. Sin embargo, con un aporte adecuado de antioxidantes, todos podemos disfrutar un poco más el paso de los años.
©2014 LivOn Labs. Contenido adaptado de Primal Panacea de Thomas E. Levy, doctor en Medicina y LLD.
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